Cayendo la noche queda ciego el sol
La penumbra hace de las suyas,
Seduce, malinterpreta y oye campanas en algún dónde?
Siento que las montañas se me pierden,
Los pájaros no me cantan y los candados milonguean en cada portón
Qué sugiere la voraz caída?
Se escucha su eco, a veces cae bien,
Otras cae desparramando estrellas con luz
Siendo realidad la caída,
Con o sin fracturas hay que quererla,
Mecerla, ser su ancla en el mar de la nada
Empezando nuestro romance a diario no hay rutina
Se seca el hastío al sol
Seducción quebrada cada 12 horas al fogón
Cuando no te tengo
Te dejo pasar,
Me encuentro en la rutina, el hastío y la desolación
Una casa, la mía,
La misma que quiero y no pienso dejar
Las mascotas que refunfuñan tu presencia
Y un fantasma que debe tomar el té en la sala de estar
Caerás hoy nuevamente,
Viva mi antimonarquismo ante el astro mal llamado rey
Caes, caerás,
No te levantes, no me caigas mal…
3 comentarios:
Querida Mariela. Hace rato que no te visitaba...por lo que conoces. Me diste una grata sorpresa. Había varias cosas que no había leído y todas tan buenas como siempre. Que bien escribes, harmanita. Se te quiere y se te recuerda. Besos mil.
Todo cae y todo se levanta mientras puede, así que no guardes rencores contra quien se quiere volver a poner en pie desde el suelo.
Un abrazo.
Muy bonitas imágenes del anochecer...
Son momentos en los que el tiempo queda como suspendido...
Un abrazo!
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