martes, agosto 04, 2009

Paz

La paz ni se quita ni se pone, no se viste ni desnuda, no se esconde ni sostiene.
No se obtiene en supermercados, no la venden por onzas en farmacias ni por pulgadas en ferreterías.
La pintan en ateliers, la musicalizan por ventura y la desean por doquier.

Tiene paz quien en su corazón hace el bien, quien sabe que no daña, quien no despilfarra contenidos fecales al estallar Hiroshima o el Poás.

Se compra en besos y abrazos honestos, se perfecciona dándole delete a la sinrazón.

Quién la tiene, quién la vende, quien la alquila y quien la pretende?

Aquel que sostiene lo que ha hecho, defiende el cariño, y hace del amor monumento.

Vende la paz quien no la tiene, quien la profesa, quien la carece y tan solo de ella alardea.

La alquila alguien que no la comprende, ni tan siquiera la ha sostenido, y tan solo le interesa para el lucro emocional del prójimo doliente.

La pretende quien hace de cada día uno mejor, quien asume por principio, quien no atenta terrorismo emocional, quien no cambia de la noche al día, quien no finge querer para después borrar.

Nadie te quita o da paz, solo está a lo interno, fariseo quien alegue que un ser humano te la da o te la quita, pues a lo profundo es que la tienes, la pierdes, la alimentas, sostienes, alquilas o pretendes.