Entre el codo y el dedo pulgar tengo un hueso,
tres cicatrices de infancia
una uña un poco malherida
y tres sentencias por resolver
Entre la rodilla y el pie cuento con unos huesos fuertes,
músculos aún tonificados de tanto caminar
ácido láctico por soltar y veintenas de miles de calles por recorrer
Entre el reloj de pulsera y mi pulgar cuentan horas el meñique y anular
Entre las cejas y las pestañas,
varias sombras que disimular ojeras
unas cuantas claridades que las ponen en evidencia
un ojo a la derecha y otro bien coordinado a la izquierda
Entre el pulmón derecho y corazón deambula un tórax
ácido, regurgitante, ameno y querendón
ese mismo que le da consejos a este único, sublime y por siempre eterno corazón
1 comentario:
:-)
en mi caso las cicatrices de infancia etsán distribuidas entre la barbilla y las piernas
:-)
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