Mujer agredida

Once años de relación, no tan intensos al inicio, no tan culpógenos ni pasionales.

Noches enteras, fiestas, cementerios, sodas, playas, países lejanos, aeropuertos internacionales, lanchas al sol, bares, centros comerciales, automóviles, trenes, restaurantes, trabajo, alegrías, penas y colerones.

Escasos los momentos en que nuestra co-dependencia no se manifestara.

Con piano y sin él, antes de siquiera tocarlo, antes de ganar peso, antes de ser profesional, previo a las perras y las canciones de Sabina.

La relación era patológica, yo lo sabía, no hubo quien no me lo dijera.

Yo lo justifiqué siempre, a pesar de hacerme daño... me acompañaba, me quería, me, me, me.....

Cada vez que me golpeaba más y más yo creía que sí lo dejaría, y luego me volvía a seducir...

Cuánto dinero y tiempo invertido....

Estaba siempre tan impregnada de su presencia que no había quien no lo notara....

"dejalo, no lleva a nada bueno", escuchaba más veces de las que me hiciera gracia...


Dos veces le dije que ya no más....y regresé

Cómo hacer entender que yo le quería? Estaba conmigo cuando nadie más lo estaba, me hacía sentir de alguna manera importante y querida...mal que bien me era fiel.

Tuve que definirme y racionalizarlo primero, he sido todo este tiempo una más, una mujer agredida. Una mujer que aguanta a cambio de migajas o espejismos de amor...

Una mujer que no se quería lo suficiente, que no creía que podía haber vida más allá de...

Cinco días con hoy son pocos, pero son más de los que he pasado sin él durante los últimos once años.

No será fácil, sobre todo cuando en cada lugar y diversos amigos me lo nombren, recuerden y hasta lo traigan, pero no quiero volver a hacerme daño.

Adiós cigarro....