sábado, octubre 14, 2006

La felicidad de hoteles y más

Quienes recientemente hayan llamado a mi celular y la máquina les haya dado la bienvenida, pues se darán cuenta que da bienvenida y mala venida al mismo tiempo.

“Deje su nombre y número de teléfono y le regresaré la llamada” (esa es la parte bonita). Posteriormente indico que si llaman para rifas, o donaciones, o cenas gratis o todas estas cosas pues que no me interesa y que no insistan.

No sé cuál será el error, adonde estoy en una lista en la que no debería estar, si como psicóloga, si como Mariela, si como moraviana, si como empleada de la CCSS , si como qué……

La desesperación y falta de “concepto de marketing”, como por ejemplo la llamada de anteayer, adonde una muchacha me pregunta que si me llamo como me llamo, a lo cual digo que si (a punto de buscarme un buen pseudónimo, se oyen sugerencias!) y que si estoy bien, a lo cual también respondo con afirmación. En ese instante se instaura el discurso o leído o bien memorizado, en que me dice, “pues va a estar mejor” “porque le ofrezco”….bla bla bla bla….”conoce el Hotel Intercontinental?” Dijo…..si, le respondí….”a bueno y el restaurante Azulejos” (dijo), y también dije que si (por dicha, así le ahorré tamaño poco de descripción verborreica) y siguió y siguió prácticamente sin respirar ofreciéndome ser parte del “club ejecutivo” (Ay mon Dieu!) con el cual podría gozar de un 50% menos en dicho restaurante en tanto y cuanto vaya acompañada ( si un día quiero ir a comer yo sola, o mejor dicho conmigo? En fin…..ya sabemos que es por plata…..)

Sigue la joven verborreica, ya para este momento debía tener un tanque de oxígeno conectado porque ni se escuchaba la respiración. Que si yo aceptaba eso, me regalaba UNA NOCHE gratis en el hotel (wow!!!!) y así siguió, finalizando con un “sería mejor me de ya el número de su tarjeta para que desde hoy sea más feliz”.

Vaya atribuciones consumistas estúpidas…ella cree que en vez de estar en el lado este de la ciudad, que es el que me gusta, me voy a ir a dormir una noche al oeste (que no me gusta y además me da calor; y los aires acondicionados me dan alergia…) y estaré feliz. Los hoteles me encantan, y además los bonitos, no los feos, pero me gustan en otras condiciones, cuando soy yo la que estoy feliz y posteriormente busco un viaje o un paseo adonde éstos son simplemente lugares donde dormir.

Cuál era la idea de todo esto? Que gastara 300 dólares al año a cambio de dos cenas gratis en el restaurante y una noche en el Hotel. Le dije que gracias, que mi vida era feliz, y su llamada me había hecho más infeliz.

Así es todas las semanas, me llaman de fundaciones, asociaciones, hoteles, clubes vacacionales, supuestos premios que me gané, cenas gratis en Rosti Pollos adonde me van a explicar “sin compromiso” como ser más feliz.

Espero mi mensaje celular surta efecto, y al menos entiendan que si bien es cierto mi felicidad está conmigo y debería verse influenciada pero no determinada por el afuera, no me importan los tiempos compartidos, comparto el tiempo con quien quiero, no obligándome a ir una semana al año a un lugar al que tal vez no esté en el “mood” para ir. Que entiendan que una cena en un restaurante no es un gancho, prefiero comer en mi casa (paso la semana entera comiendo fuera), que los diabéticos, discapacitados, depresivos, esquizofrénicos y demás son pacientes, parte de mi vida, y no pienso andar dando de 5mil en 5mil a todos los que se dicen ser fundaciones para gente con problemas de salud.

Por último: que se consigan una buena asesoría publicitaria y de mercadeo, porque eso de andar vendiendo felicidad a cambio de una noche en un cuarto de hotel me parece pavoroso.

6 comentarios:

Heriberto dijo...

Que taL: Hablo yo psicologa pero buena gente...

Julia Ardón dijo...

NO me suena verdad. Creo que te quisieron estafar.
No creo que el intercontinental haga publicidad tan ordinaria.
Además....¿ quién da un # de tarjeta por teléfono?

Cuidado, mujer.
A mi me quisieron estafar un día de estos por e-mail, casi, casi, fui yo la que me equivoqué y di un # mal, y entonces no me pudieron meter en Illinois $ 800

El Orfebre Segismundo dijo...

¿Buscas un seudónimo? Pues si ya lo tenés: LA ELEMENTO!!!

jaguar del Platanar dijo...

A veces llaman aunque el número sea privado, lo cual quiere decir que compran datos cuya distribución es ILEGAL.

A mi lo que me llaman es pa las benditas tarjetas de crédito.

Unknown dijo...

Heriberto: está bien eso de psicóloga "pero buena gente", tan mala gente somos?

Andrea: si se me olvidaba la elemento

Julia: pues vieras que sonaba como si en efecto fuera real, pero claro, las estafas a la luz del día, qué pereza!

Jaguar: cómo consiguen esas listas?

Adrián Solís Rojas dijo...

La felicidad, de haber sabido que se encontraba en dos cenas y una noche en un hotel...

...que tonto yo, estudiando, leyendo, blogeando, queriendo, durmiendo....