Delirio de tarde a medianoche.
Amenaza de mañana entre resortes.
Susto de noche entre ceniceros.
De qué trata todo esto…
Arco iris de emociones, sentimientos en cajones.
Hablar de vida es profundo y trillado.
Comentar de romances es nostálgico e impulsivo.
Cantar canciones esencia y soledad.
La vida toda, la mía, la tuya y de ellos.
La de ellos a su modo, la tuya insospechada, la mía vital.
Qué hago si se me congela cual cámara de frío que abriga cadáveres?
Qué siento si se enlata cual jugo “Kern’s”?
Qué temo si asemeja viga corona de casa en construcción?
Qué vivo si se agota a diario como botella de cerveza?
Qué perpetúo como cigarro apagado?
Amo esta vida como el borracho a su “pacha” de Cacique.
Siento como cuerda de guitarra recién afinada.
Lloro como nube negra cargada.
Escupo como alcantarilla de San Pedro.
Pienso como perro meditando la ausencia de su dueño.
Corro como ratero de Plaza de la Cultura.
Saboreo como indigente con cebolla recién robada de basurero.
Palpo como ventosa a su superficie.
Sufro como televisor sin espectador.
Escucho, vivo, hablo, siento, río y lloro.
No renuncio a la maravilla de esperar un día diferente cada muerte de uno y nacimiento del que vendrá.
5 comentarios:
qué bonito!
es una adecuación perfecta para mis pensamientos más recientes: que la vida de los otros está contenida en la mía y al revéz.
saludos!
la no renuncia... esa frase hoy me taladra los pensamientos, el corazón y el futuro...
saludos
Aunque por definición sospecho de las psicólogas, creo que una persona que disfruta de Brel y hace público su fascinación por París y que además escribe lo que vos escribís, no es de temer, todo lo contrario. Un saludo y te sigo leyendo.
Gracias Heriberto!!!!!
La psicología estudia conducta, quitémole el velo de ocultismo, tabú, interpretaciones poco científicas de sueños y demás procesos cognitivos que se relacionan más con lo desconocido biológicamente que con brujerias, esoterismos y todo eso con que a veces nos mezclan, y por ende....a veces somos más temibles de lo esperado!!!
Me encantó el similario. Y muy pertinente por cierto, para estos tiempos de semibárbaros digitalizados.
De los cuales soy parte de la tribu.
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