Tribuna Democrática
Julio 24, 2006
¿Qué hará falta para despertar Costa Rica? ¿Qué más tiene que pasar? ¿Será acaso que la ceguera no es un mal exclusivo de los ojos? ¿Cambiará en algo la situación nacional? ¿Será diferente “la cosa”? ¿Qué faltará para que pase algo en un país en el que desde hace tiempo no pasa nada? ¿Cómo seguir dándonos palmaditas en una espalda sobre la cual solo pesan los bultos de la desidia y la indiferencia?
¿Cómo podríamos pensar diferente de los mismos de siempre? ¿Es acaso posible contradecir a Einstein y pensar que el problema puede resolverse bajo los mismos parámetros que lo crearon o que podemos hacer algo diferente haciéndolo todo igual? ¿Cómo no percibir la imposibilidad del cambio si el poder se encuentra secuestrado por la elite de los ignorantes?
¿Cómo cantar sin voz? ¿Qué participación ciudadana resulta posible en un sistema político de mínimos? ¿Somos acaso una democracia digital, pero no por su modernismo tecnológico, sino porque esta se ejercita exclusivamente cada cuatro años estampando la huella digital –y ya ni eso por aquello del bolígrafo-? ¿Cómo sentirse representado si ni siquiera existen representantes? ¿Será que estamos ya en la sociedad del sálvese quien pueda, del represéntese a si mismo?
¿Acaso si no fuera por las facciones vigentes que todavía algunos desvergonzados se atreven a llamar partidos políticos “mayoritarios”, seguirían pasando en Costa Rica las cosas que pasan? (ver en Semanarios Universidad del 30 de junio y del 14 de julio del 2005 seguidilla de artículos “Solo en Costa Rica”)
¿Resultará aplicable para Costa Rica aquello de que cada pueblo tiene los gobernantes que se merece? ¿Y no será más bien que cada pueblo tiene los gobernantes que le recetan? ¿Y la prensa no que era el espejo del país? ¿Qué prensa tenemos entonces? ¿Qué refleja? ¿Refleja algo?
¿Podría responder o mejor sigo preguntando?
¿Y la academia? ¿Bien gracias? ¿Y los intelectuales críticos? ¿Acaso marginados como en todo régimen autárquico y cleptocrático en que la excelencia ha sido proscrita? ¿Cómo contener el ímpetu ciego de la ignorancia?
¿Quedarán compatriotas que todavía piensen que los árboles dejan de crecer mientras dormimos o bien que el frío esta en las cobijas?
¿Cómo tratar de ser sin ser vistos? ¿Es acaso ese el nuevo dilema de los corruptos? ¿Tienen dilemas los corruptos? ¿O simplemente son? ¿Compite acaso la corrupción con el sistema o hemos tocado tal fondo que la corrupción es el sistema? ¿Cuál es el gran negocio de estar metido en política? ¿O es que algún iluso todavía se cree el cuento de que la política es un pésimo negocio?
¿Tenemos en Costa Rica…(perdón)? ¿tenemos Costa Rica?
¿Qué más tendrá que pasar para que la gente reaccione? ¿Cómo hacer para que el ciudadano entienda que seguiremos igual mientras sigamos con los mismos maquinistas, en el mismo tren y por la misma vía?
¿Por dónde –o por quién– empieza el cambio? ¿A quien le corresponde liderarlo? ¿Y el Tratado del Libre Comercio? ¿Cuál “Libre”?
¿Y el plan fiscal? ¿Cuál “Plan”?
¿Y el ciudadano? ¿Cuál ciudadano?
¿Y las elecciones? ¿Cuáles elecciones?
¿Y la democracia? ¿Cuál democracia?
¿Y Costa Rica? ¿Cuál Costa Rica?
¿Sigo preguntando?
2 comentarios:
Gracias x poner mis enlaces a los tuyos...
Me lees..? Quizas hasta nos vimos algun dia. Yo vivia en Coronado.
Claro, me parece muy interesante tu blog!!
No sé si nos hayamos conocido, yo soy de Moravia
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